Cronopatograma
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Se trata de paciente femenina de 22 años que consultó por una cefalea de aparición esporádica de 3 años de evolución y un episodio convulsivo focal que comprometió el hemicuerpo derecho, sin relajación de esfínteres. Como antecedentes epidemiológicos refería haber efectuado dos viajes de turismo de aventura, de varios meses de duración, 5 y 3 años antes del inicio de la sintomatología referida, al norte de Argentina, Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia. No tenía antecedentes de haber padecido parasitosis intestinal ni otras afecciones que fueran de importancia.
Paraclínicos
GR 4.040.000/mm
Hb 11,4 g%
VSG 12 mm 1era hora
GB 8.800/mm
Plaquetas 333.000/mm
Las funciones hepática y renal fueron normales y el examen parasitológico en fresco y seriado de materia fecal resultó negativo.
Se efectuó una Resonancia Magnética (RM) de cerebro antes y después de la inyección de gadolinio, con secuencias axiales, coronales y sagitales ponderadas en T1 y T2
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domingo, 8 de enero de 2017
Caso clínico 4
Cronopatograma
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Se trata de una paciente de 34 años con un embarazo de 32 semanas, ASA II, embarazo anterior normal, FUR Abril 4 de 2014, FPP Enero 11- 14 de 2015. El embarazo había cursado con un aumento de peso anormal, un test de O’Sullivan y una prueba oral de tolerancia a la glucosa indicativas de diabetes gestacional y un episodio aislado de arritmia cardiaca leve con ECG normal.
Los controles mensuales del embarazo habían sido realizados por medico particular sin mayores sobresaltos.
Consulto al servicio de Urgencias el 7 de Noviembre del 2004 por cefalea severa de localización occipital junto con palpitaciones y ansiedad, de media hora de evolución.
Al examen físico se encontró T.A. de 220/102, F.C. de 80 x min., RsFs (+) no edemas. Se solicita PT, PTT y recuento de plaquetas, la monitorización fetal y la ecografía obstétrica fueron normales. Se inicia tratamiento con un diagnóstico presuntivo de preeclampsia, con sulfato de Magnesio 6 grs. de carga y 1 gr/hora en infusión, lactato de ringer 100 ml hora y una dosis inicial de betametasona para maduración fetal. Los exámenes de laboratorio fueron reportados dentro de límites normales y la tensión se controlo inicialmente, por lo cual fue hospitalizada en el piso.
Durante su hospitalización estuvo con cifras tensionales muy labiles y alternantes, entre 210/108 y 115/ 60, se quejaba de disnea, dolor opresivo en el tórax y epigastralgia y presento además temblor, diaforesis, rash, nausea y vómito.
La paciente continua inestable por lo cual es pasada a la sala de trabajo de parto para monitoria más cercana y preparar para cesárea.
Quince horas después de su ingreso a la Institución presenta agitación sensación inminente de muerte dificultad respiratoria y paro cardiorespiratorio. Es activado el codigo azul y el departamento de Anestesiología inicia reanimación cardiopulmonar con masaje cardiaco externo, I.O.T. adrenalina, atropina, lidocaína y se desfibrila en dos oportunidades; inicialmente sale a un ritmo nodal, taquicardia ventricular y posteriormente taquicardia supraventricular. Después de media hora de RCP y habiéndose estabilizado se translada a salas de cirugía y bajo anestesia general sin mayores inconvenientes (sevorane, fentanyl) se practica cesárea obteniéndose un feto muerto.
Se pasa a la UCI donde permanece seminconsciente, sin signos neurológicos de focalización. Se coloca catéter venoso central, monitoreo básico, neumoprotección, sedación, hidratación, ventilación mecánica y soporte
inotropico. Los gases arteriales mostraron acidosis metabólica e hipoxemia moderada.
En éste momento se consideran las siguientes condiciones como impresión diagnóstica: Encefalopatía hipoxica post-reanimación, edema cerebral, hipertensión arterial maligna, (sic) Accidente Cerebro Vascular y feocromocitoma.
El estado general y los signos vitales presentan poca variación. Se solicita TAC cerebral, el cual fue reportado como edema cerebral difuso
En las siguientes 12 horas presenta nuevamente paro cardiorespiratorio en dos oportunidades, del último de los cuales no respondio. En la autopsia se encontró un tumor de más o menos 6 cm de diámetro en la glándula suprarrenal derecha.
DISCUSIÓN
Aun cuando la incidencia de feocromocitomas en la población general es baja, 0.1 a 0.3% de todos los casos de hipertensión arterial; su ocurrencia durante el embarazo es todavía más baja, 0.013%.3 Este hecho y la importante incidencia de hipertensión durante el embarazo hace que rara vez los clínicos sospechemos él diagnostico de feocromocitoma en una embarazada.
Sin embargo el feocromocitoma es el tumor adrenal más comúnmente asociado con el embarazo, en la literatura mundial están reportados 217 casos antes de 1997 y otros cuarenta después de ésta fecha.
La presencia de un feocromocitoma durante el embarazo conlleva un alto riesgo de mortalidad para la madre y el feto, por cuanto estímulos como las contracciones uterinas, el pujo, la anestesia peridural y aun los movimientos fetales bruscos, pueden desencadenar crisis hipertensivas y otras condiciones adversas como arritmias severas que pueden conducir a muerte fetal y materna.
La mortalidad aumenta de manera importante si el diagnóstico no es hecho antes del parto; en las series anteriores a 1970 la mortalidad materna y fetal fue de 48 y 61 % respectivamente.6 Entre 1980 y 1987 la mortalidad cayo al 17 y 26% respectivamente, pero era del 33 y el 39% cuando el diagnóstico no había sido hecho antes del parto.
Los feocromocitomas se originan de los feocromocitos que son las células primarias de la medula adrenal, pero también se encuentran en los ganglios paraaorticos y en los ganglios del sistema nervioso simpático. Tienen una distribución de frecuencia característica del 10% es decir: 10% extrarenales,10% familiares, 10% bilaterales, 10% en niños y 10% son malignos.
La hipertensión del feocromocitoma puede ser aguda y episódica, como en el caso reportado, o crónica y sostenida. Su ocurrencia durante el embarazo hace difícil el diagnóstico clínico por cuanto sus signos y síntomas pueden similar una preeclampsia e incluso los niveles de catecolaminas suelen estar ligeramente elevados durante la gestación. En atención a esto debemos siempre sospechar el diagnóstico en cualquier paciente, embarazada o no, con hipertensión, episódica o crónica, cefalea intensa, palpitaciones, sudoración, visión borrosa, ansiedad, vómito, disnea y convulsiones.
Si existen antecedentes de neoplasia endocrina múltiple, neurofibromatosis, carcinoma medular tiroideo, hipertrofia paratiroidea multiglandular e intolerancia a la glucosa, el feocromocitoma puede ser un diagnóstico presuntivo de mayor peso por estar asociado con frecuencia a éstas patologías.
Como el hecho fundamental de la fisiopatología del feocromocitoma es la secreción episódica y aun sostenida de catecolaminas, su efecto sobre el miocardio puede ser a largo plazo el de un colapso cardiovascular por un miocardio aturdido o extenuado, que se hace difícil de recuperar.
La presencia de una súbita y severa hipertensión, junto con una anormal tolerancia a la glucosa, nos lleva a un diagnóstico presuntivo de feocromocitoma.
El diagnostico presuntivo de feocromocitoma en una embarazada, debe hacerse si ésta desarrolla hipertensión antes de la semana 20 de gestación, no tiene proteinuria y sus cifras tensionales son inusualmente lábiles. La confirmación del diagnostico debe ser hecha con la medición urinaria de catecolaminas y metanefrinas en orina y en plasma.
De ésta pruebas diagnósticas las de mayor sensibilidad son:
Metanefrinas urinarias totales: Normal: 0.7 – 3.8 mmol/d. Sensibilidad 100%
Catecolaminas plasmáticas totales: Normal: 123-671 pg/ml. Sensibilidad 95%
Normetanefrina urinaria: Normal: 0.5 – 2.7 mmol/d. Sensibilidad 92%
Acido Vanilmandelico Urinario: Normal: 0 – 30 mmol/d. Sensibilidad 90%
Catecolaminas urinarias totales: Normal: 26 – 121 mg/24h. Sensibilidad 87%
De las imágenes diagnósticas, la resonancia nuclear magnetica tiene un 100% de sensibilidad en el diagnóstico y es el examen de elección en la embarazada por cuanto no tiene riesgo para el feto.
Una vez hecho el diagnóstico de feocromocitoma durante el embarazo la meta del tratamiento es controlar la hipertensión y las arritmias que pueden deteriorar el flujo uteroplacentario y llevar a una insuficiencia de la placenta. Se debe iniciar bloqueo alfa adrenérgico con fenoxibenzamina a dosis bajas, 10 mg. tres veces al dia y titularla progresivamente hasta lograr controlar la hipertensión. Las pacientes pueden quejarse de hipotensión ortostatica y congestión nasal. Una alternativa puede ser el prazosin y el labetalol.
No se recomienda el uso de beta bloqueadores para controlar las taquiarritmias hasta tanto no se haya establecido un adecuado bloqueo alfa adrenergico.
El tratamiento definitivo para el feocromocitoma durante el embarazo es la extirpación quirúrgica, la cual deberá ser programada de manera individualizada de
acuerdo al control de la hipertensión, el tamaño del tumor, la probabilidad de malignidad y el estado del embarazo.
Si el diagnóstico es hecho durante el tercer trimestre del embarazo y se logra un adecuado control de los síntomas con bloqueo alfa y beta adrenergico, teniendo un frecuente y adecuado monitoreo fetal, se puede considerar la posibilidad de parto vaginal con analgesia peridural, usando bupivacaína al 0.375%, para producir un extenso y denso bloqueo simpático sin demasiado bloqueo motor.3 La glandula adrenal esta inervada por nervios simpáticos de T5 a T12 y el bloqueo peridural simpático a éste nivel puede bloquear el estímulo neurogénico del tumor.
Para otros autores es preferible una electiva después de maduración fetal, seguida por una adrenalectomía durante la misma anestesia.
Si el diagnóstico es hecho en el primer trimestre del embarazo se debe hacer manejo médico hasta el segundo trimestre, época en la cual el riesgo de aborto espontáneo durante cirugía es bajo. La evidencia ha demostrado que el mejor método quirúrgico para adrenalectomía en el segundo trimestre del embarazo es la laparoscopia, puesto que se asocia con menos efectos hemodinámicas, menos dolor postoperatorio, menos niveles de catecolaminas circulantes y un mejor resultado para la madre y el feto.
El uso de sulfato de magnesio en el control de la hipertensión arterial de la embarazada preeclamptica tiene efectos hemodinámicos que pueden conjurar, como efectivamente lo hacen, una crisis hipertensiva debida a un feocromocitoma. Estos efectos son inhibición de la liberación de catecolaminas, vasodilatación y reducción de la incidencia de arritmias cardíacas.
Por lo tanto, como sucedió en el caso reportado, el sulfato de magnesio enmascaró inicialmente el cuadro clínico de feocromocitoma. No obstante un juicioso uso de anestesia peridural o de sulfato de magnesio deben ser considerado en el manejo del feocromocitoma diagnosticado durante el trabajo de parto.
En este caso la precipitud de los hechos y la demora en la presunción del diagnóstico, que aun cuando se dio no fue confirmado bioquímicamente, impidió que se iniciara el bloqueo alfa adrenergico apropiado, confirmando lo establecido en la breve revisión bibliografica que acompaña éste reporte.
CONCLUSIONES
1. Debemos hacer diagnóstico presuntivo de feocromocitoma en embarazadas con crisis hipertensivas y signos y síntomas vasomotores asociados a intolerancia a la glucosa.
2. Pacientes con antecedentes de neoplasia endocrina múltiple, neurofibromatosis o historia de muerte súbita en familiares cercanos, tienen más opción de diagnóstico de feocromocitoma.
3. La no confirmación por resonancia nuclear magnética de un tumor abdominal, no es excluyente de feocromocitoma, por la ocurrencia de tumores extraabdominales.
4. Una vez hecho el diagnóstico se debe iniciar, primero el bloqueo alfa adrenérgico y posteriormente, si es necesario, el bloqueo beta adrenérgico.
5. Un colapso cardiovascular en una embarazada puede ser la primera manifestación de un feocromocitoma, de hecho los reportes de infarto del miocardio en embarazadas han sido relacionados con éste diagnóstico.
6. La vía del parto en la embarazada con diagnóstico de feocromocitoma deberá ser una decisión conjunta entre el obstetra, el endocrinólogo y el anestesiólogo y es individualizada para cada paciente.
7. La baja incidencia de patologías catastróficas durante el embarazo como el embolismo de líquido amniótico y el feocromocitoma, no es condición que nos impida sospecharlas.
8. El uso adecuado de sulfato de magnesio y una peridural analgésica bien titulada contribuyen al manejo del feocromocitoma diagnosticado durante el trabajo de parto.
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sábado, 7 de enero de 2017
Células inmunitarias que regulan la presión arterial
Ciertos linfocitos que producen el neurotransmisor acetilcolina pueden corregir la hipertensión, lo que abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos contra esta afección.
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Células inmunitarias que regulan la presión arterial
Ciertos linfocitos que producen el neurotransmisor acetilcolina pueden corregir la hipertensión, lo que abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos contra esta afección.
Se ha descubierto que el sistema inmunitario humano desempeña una función hasta ahora desconocida: la regulación de la presión arterial.
Investigadores del Instituto Karolinska y del Instituto de Investigación Médica Feinstein, junto con colaboradores de Canadá, han revelado que un tipo especial de células inmunitarias denominadas linfocitos productores de acetilcolina controlan la presión arterial en ratones de laboratorio. El estudio, publicado en la revista Nature Biotechnology , podría facilitar el desarrollo de nuevas formas de tratamiento de la hipertensión.
La presión arterial elevada, o hipertensión, es un importante factor de riesgo de muerte prematura en todo el mundo. A pesar de ello, la afección a menudo tiene causas indeterminables, aunque se sabe desde hace tiempo que el neurotransmisor acetilcolina ejerce una papel importante, porque relaja los vasos sanguíneos y regula la presión arterial al influir en la producción de óxido nítrico. Mediante el estudio de ratones de laboratorio mutantes que carecen de un tipo de células inmunitarias llamadas linfocitos productores de acetilcolina, los investigadores han descubierto una nueva función de estas células, la de reducir la presión arterial.
«Estos linfocitos producen acetilcolina que puede entregarse a las células de interés que no presentan contacto directo con los nervios», comenta Peder Olofsson, autor principal del estudio. «Parece entonces que pueden transmitir señales destinadas a la regulación no solo del sistema inmunitario, sino también de la presión arterial. Se trata de un nuevo avance en nuestro conocimiento sobre la circulación sanguínea.»
El descubrimiento reviste importancia porque ayuda a entender el modo en que se regula la presión arterial: «Si deseamos desarrollar tratamientos eficaces y seguros contra la hipertensión, es necesario conocer con más detalle los mecanismos biológicos que la sustentan», apunta.
Los investigadores esperan ahora poder determinar si los linfocitos productores de acetilcolina regulan también la presión arterial en los humanos. Si así fuera, el siguiente paso consistirá en ver si se puede inducir que las células inmunitarias produzcan más cantidad de este neurotransmisor, de modo que se pueda corregir la hipertensión.
Estos nuevos hallazgos sobre el papel regulador de los linfocitos en la hipertensión arterial pueden dar lugar al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento. Dado que los linfocitos son regulados por el sistema nervioso, los investigadores creen que algún día se podría llegar a controlar la actividad del sistema inmunitario a través de implantes que estimularan electrónicamente los impulsos nerviosos, lo que permitiría prevenir o corregir la hipertensión.
Enlace:
www.investigacionyciencia.es/noticias/clulas-inmunitarias-que-regulan-la-presin-arterial-14530
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Nobel de fisiología o medicina 2016
El galardón recae sobre Yoshinori Ohsumi por el descubrimiento de los mecanismos de autofagia en las células.
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Yoshinori Ohsumi, premio nóbel de fisiología o medicina de 2016. [Instituto de Tecnología de Tokio]
Yoshinori Ohsumi, del Instituto de Tecnología de Tokio, ha revelado y aclarado los mecanismos celulares de la autofagia, un proceso fundamental para degradar y reciclar los componentes de las células.
Los descubrimientos de Oshumi han llevado a un nuevo concepto sobre cómo la célula trata y renueva su contenido. Además, han permitido entender el papel fundamental que desempeña la autofagia en numerosos procesos fisiológicos, como la adaptación al hambre o la respuesta a las infecciones. Las mutaciones en los genes de la autofagia pueden causar enfermedad, y el proceso está involucrado en varias dolencias, como el cáncer y las enfermedades neurológicas.
El concepto de la autofagia (término derivado del griego que significa «auto-alimentación») surgió en la década de los sesenta del siglo pasado, cuando se descubrió que la célula tenía la capacidad de destruir sus propios contenidos tras encerrarlos en membranas. Estas formaban vesículas en forma de saco que eran transportadas a un compartimiento de reciclaje, denominado lisosoma, para la degradación de su contenido.
Debido a las dificultades en el estudio del fenómeno, se sabía poco acerca de él hasta que, en una serie de brillantes experimentos realizados en la década de los noventa, Yoshinori Oshumi utilizó un microorganismo, la levadura del pan, para identificar los genes esenciales implicados en la autofagia. A continuación, dilucidó los mecanismos responsables de la autofagia en la levadura y demostró que nuestras células emplean una maquinaria compleja similar.
En nuestras células, los autofagosomas capturan el contenido celular dañado, como proteínas y orgánulos alterados. A continuación se fusionan con los lisosomas, donde el contenido es degradado y transformado en constituyentes más pequeños. Este proceso proporciona a la célula nutrientes y elementos básicos para su renovación. [Fundación Nobel]
La autofagia en las enfermedades
Gracias a Oshumi y a otros que han seguido sus pasos, sabemos ahora que la autofagia controla importantes funciones fisiológicas allí donde se necesita degradar y reciclar componentes celulares. La autofagia proporciona en poco tiempo energía y elementos básicos para renovar los componentes celulares, por que resulta esencial para reaccionar ante la inanición y otros tipos de estrés. Tras una infección, la autofagia elimina las bacterias y virus que se introducen en la célula. La autofagia contribuye al desarrollo embrionario y a la diferenciación celular. Las células también utilizan la autofagia para eliminar las proteínas y los orgánulos dañados, un mecanismo de control de calidad que es fundamental para contrarrestar las consecuencias negativas del envejecimiento.
La alteración de la autofagia se ha relacionado con la enfermedad de Parkinson, la diabetes de tipo 2 y otros trastornos que suelen aparecer en la edad avanzada. Las mutaciones de los genes de la autofagia pueden causar enfermedades genéticas. Las anomalías en la maquinaria de la autofagia también se han relacionado con el cáncer. En la actualidad se hallan en marcha varias investigaciones para desarrollar fármacos que actúen en la autofagia en diversas enfermedades.
Enlace:
www.investigacionyciencia.es/noticias/nobel-de-fisiologa-o-medicina-2016-14604
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Yoshinori Ohsumi, premio nóbel de fisiología o medicina de 2016. [Instituto de Tecnología de Tokio]
Yoshinori Ohsumi, del Instituto de Tecnología de Tokio, ha revelado y aclarado los mecanismos celulares de la autofagia, un proceso fundamental para degradar y reciclar los componentes de las células.
Los descubrimientos de Oshumi han llevado a un nuevo concepto sobre cómo la célula trata y renueva su contenido. Además, han permitido entender el papel fundamental que desempeña la autofagia en numerosos procesos fisiológicos, como la adaptación al hambre o la respuesta a las infecciones. Las mutaciones en los genes de la autofagia pueden causar enfermedad, y el proceso está involucrado en varias dolencias, como el cáncer y las enfermedades neurológicas.
El concepto de la autofagia (término derivado del griego que significa «auto-alimentación») surgió en la década de los sesenta del siglo pasado, cuando se descubrió que la célula tenía la capacidad de destruir sus propios contenidos tras encerrarlos en membranas. Estas formaban vesículas en forma de saco que eran transportadas a un compartimiento de reciclaje, denominado lisosoma, para la degradación de su contenido.
Debido a las dificultades en el estudio del fenómeno, se sabía poco acerca de él hasta que, en una serie de brillantes experimentos realizados en la década de los noventa, Yoshinori Oshumi utilizó un microorganismo, la levadura del pan, para identificar los genes esenciales implicados en la autofagia. A continuación, dilucidó los mecanismos responsables de la autofagia en la levadura y demostró que nuestras células emplean una maquinaria compleja similar.
En nuestras células, los autofagosomas capturan el contenido celular dañado, como proteínas y orgánulos alterados. A continuación se fusionan con los lisosomas, donde el contenido es degradado y transformado en constituyentes más pequeños. Este proceso proporciona a la célula nutrientes y elementos básicos para su renovación. [Fundación Nobel]
La autofagia en las enfermedades
Gracias a Oshumi y a otros que han seguido sus pasos, sabemos ahora que la autofagia controla importantes funciones fisiológicas allí donde se necesita degradar y reciclar componentes celulares. La autofagia proporciona en poco tiempo energía y elementos básicos para renovar los componentes celulares, por que resulta esencial para reaccionar ante la inanición y otros tipos de estrés. Tras una infección, la autofagia elimina las bacterias y virus que se introducen en la célula. La autofagia contribuye al desarrollo embrionario y a la diferenciación celular. Las células también utilizan la autofagia para eliminar las proteínas y los orgánulos dañados, un mecanismo de control de calidad que es fundamental para contrarrestar las consecuencias negativas del envejecimiento.
La alteración de la autofagia se ha relacionado con la enfermedad de Parkinson, la diabetes de tipo 2 y otros trastornos que suelen aparecer en la edad avanzada. Las mutaciones de los genes de la autofagia pueden causar enfermedades genéticas. Las anomalías en la maquinaria de la autofagia también se han relacionado con el cáncer. En la actualidad se hallan en marcha varias investigaciones para desarrollar fármacos que actúen en la autofagia en diversas enfermedades.
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www.investigacionyciencia.es/noticias/nobel-de-fisiologa-o-medicina-2016-14604
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Neurocientíficos descubren una nueva forma de hacer que los tratamientos alcancen el cerebro
Los virus podrían hacer llegar medicamentos a este órgano al sortear la pared de células que lo rodea.
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El cerebro representa un desafío único para los tratamientos médicos, ya que está rodeado por una capa de células firmemente empaquetadas que lo hace impenetrable. Aunque la barrera hematoencefálica evita que los compuestos dañinos y las bacterias alcancen nuestro centro de control, también impide el paso al 95 por ciento de los medicamentos suministrados por vía oral o intravenosa. Por ello, los médicos que tratan a pacientes con enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, tienen que inyectar a menudo los medicamentos directamente en el cerebro. Se trata de una intervención agresiva que exige perforar el cráneo.
Algunos científicos han cosechado éxitos discretos para que los medicamentos suministrados por vía intravenosa atraviesen la barrera con ayuda de ultrasonidos o mediante la encapsulación dentro de nanopartículas. Por desgracia, estos métodos solo logran alcanzar pequeñas áreas del cerebro. Sin embargo, parece que ahora la solución se halla más cerca. La neurocientífica Viviana Gradinaru y sus colaboradores del Instituto Tecnológico de California han demostrado que un virus inocuo puede atravesar la barrera y administrar el tratamiento a todo el cerebro.
El equipo de Gradinaru se centró en los virus debido a su reducido tamaño y a su capacidad para introducirse en las células y secuestrar el ADN de estas. Poseen también envolturas proteicas, conocidas como cápsides, que pueden facilitar el suministro tanto de medicamentos como de terapias génicas. Para hallar el virus adecuado que penetrase en el cerebro, los investigadores desarrollaron millones de virus adenoasociados que diferían en el tipo de cápside. Posteriormente, inyectaron estas variantes en un ratón y, después de una semana, identificaron en el cerebro las cepas que habían logrado atravesar la barrera. Un virus AAV-PHP.B fue el que lo hizo de manera más eficaz.
Después, ensayaron si el AAV-PHP.B podía emplearse como posible vector para la terapia génica. Esta técnica se utiliza para tratar enfermedades al introducir genes nuevos en las células, o al sustituirlos o inactivarlos. Para ello, los científicos inyectaron en el torrente sanguíneo de un ratón un virus que transportaba los genes de proteínas verdes fluorescentes. Si el virus conseguía llegar al cerebro y el nuevo ADN se incorporaba a las neuronas se podría detectar fluorescencia verde en las disecciones del tejido. De hecho, los investigadores observaron que el virus se había infiltrado en la mayoría de las células cerebrales y que la señal fluorescente se mantuvo durante un año. Estos resultados fueron publicados recientemente en
Nature Biotechnology .
En el futuro, este método podría emplearse para tratar una amplia gama de enfermedades neurológicas. "La capacidad de suministrar genes al cerebro sin métodos invasivos será extremadamente útil como herramienta de investigación y también tiene un potencial enorme en la medicina", comenta el neurólogo Anthony Zador, que se dedica a estudiar el funcionamiento del cerebro en el laboratorio Cold Spring Harbor. Gradinaru también piensa que el método podría servir para llegar a su vez a otras regiones distintas del cerebro, como el sistema nervioso periférico. La gran cantidad de nervios periféricos hace muy difícil el tratamiento del dolor de las neuropatías y un virus podría infiltrarse en todos ellos.
Enlace :
https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/neurocientificos-descubren-una-nueva-forma-de-hacer-que-los-tratamientos-alcancen-el-cerebro/
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Nueva evidencia sugiere que los lisosomas son centros de control para el crecimiento y supervivencia de la célula.
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Antaño se pensaba que el lisosoma era un simple cubo de basura, el destino final de los desperdicios de la célula, donde se procedía a su eliminación. Pero cada vez son más los indicios que señalan a esta vesícula repleta de enzimas como encargada de más cometidos que el citado, y algunos especialistas comienzan a considerarlo un centro de control del metabolismo celular.
Los descubrimientos acaecidos en la última década han elevado el lisosoma a la categoría de un centro implicado en el control del crecimiento y de la supervivencia de la célula, opina Roberto Zoncu, biólogo celular de la Universidad de California en Berkeley. En un artículo de revisión publicado en el número de septiembre de Journal of Cell Biology, el experto analiza cómo ha cambiado el concepto de este orgánulo.
Como aprenden los estudiantes de bachillerato, el lisosoma es el responsable de la eliminación y del reciclaje de los residuos. En un proceso conocido como autofagia (autodigestión), capta los componentes celulares viejos y grandes moléculas que han dejado de ser útiles, como proteínas, ácidos nucleicos y glúcidos, y los digiere con la ayuda de enzimas y ácidos. La célula reutiliza esas piezas desmontadas como combustible o como elementos de construcción para la síntesis de nuevas moléculas. Entender este proceso es tan importante que el pasado octubre se concedió a Yoshinori Ohsumi el premio Nobel de fisiología o medicina por sus trabajos sobre la autofagia en la década de 1990. Pero al parecer no acaban ahí las facultades del orgánulo.
Una línea de investigación en marcha indica que el lisosoma tiene la capacidad de percibir el estado nutricional de la célula y, por extensión, el del organismo entero. Cuando un ser vivo permanece en ayuno o padece hambre, el orgánulo indica a la célula que ha de fabricar más lisosomas para que sus enzimas movilicen las reservas de grasa como combustible para generar energía. Y viceversa, cuando el organismo está ahíto, avisan a la célula de que hay recursos disponibles para destinar al crecimiento o la reproducción. En esencia, el lisosoma actúa como un interruptor principal para que la célula alterne entre la degradación o la acumulación de moléculas (catabolismo y anabolismo), explica Andrea Ballabio, genetista del Instituto Telethon de Genética y Medicina, en Italia, que estudia la función de los lisosomas en la salud. Dada su capacidad para controlar el metabolismo de los lípidos, Eyleen O'Rourke, bióloga de la Universidad de Virginia, augura que los lisosomas podrían servir como diana para el tratamiento de ciertas metabolopatías, entre ellas la obesidad.
Esa nueva visión del lisosoma trasciende el ámbito del metabolismo, pues parece también involucrado en la esperanza de vida y la longevidad. Algunos estudios han demostrado que cuando el orgánulo no funciona correctamente, el organismo no vive tanto, tal vez debido a la acumulación de los desechos celulares y de otros residuos. Hay quien comienza a creer que el lisosoma podría ser el culpable de algunas enfermedades neurodegenerativas, a tenor de los estudios de algunos investigadores de la Universidad de Nueva York, que achacan el avance del alzhéimer a un defecto en un gen lisosómico. Si algo dejan en claro todos estos estudios es que el lisosoma ha dejado de ser un elemento sin porvenir. Más bien podría erigirse en el camino para avanzar hacia una nueva generación de medicamentos providenciales.
Enlace:
https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/los-lisosomas-son-mas-que-recogedores-de-basura/
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Antaño se pensaba que el lisosoma era un simple cubo de basura, el destino final de los desperdicios de la célula, donde se procedía a su eliminación. Pero cada vez son más los indicios que señalan a esta vesícula repleta de enzimas como encargada de más cometidos que el citado, y algunos especialistas comienzan a considerarlo un centro de control del metabolismo celular.
Los descubrimientos acaecidos en la última década han elevado el lisosoma a la categoría de un centro implicado en el control del crecimiento y de la supervivencia de la célula, opina Roberto Zoncu, biólogo celular de la Universidad de California en Berkeley. En un artículo de revisión publicado en el número de septiembre de Journal of Cell Biology, el experto analiza cómo ha cambiado el concepto de este orgánulo.
Como aprenden los estudiantes de bachillerato, el lisosoma es el responsable de la eliminación y del reciclaje de los residuos. En un proceso conocido como autofagia (autodigestión), capta los componentes celulares viejos y grandes moléculas que han dejado de ser útiles, como proteínas, ácidos nucleicos y glúcidos, y los digiere con la ayuda de enzimas y ácidos. La célula reutiliza esas piezas desmontadas como combustible o como elementos de construcción para la síntesis de nuevas moléculas. Entender este proceso es tan importante que el pasado octubre se concedió a Yoshinori Ohsumi el premio Nobel de fisiología o medicina por sus trabajos sobre la autofagia en la década de 1990. Pero al parecer no acaban ahí las facultades del orgánulo.
Una línea de investigación en marcha indica que el lisosoma tiene la capacidad de percibir el estado nutricional de la célula y, por extensión, el del organismo entero. Cuando un ser vivo permanece en ayuno o padece hambre, el orgánulo indica a la célula que ha de fabricar más lisosomas para que sus enzimas movilicen las reservas de grasa como combustible para generar energía. Y viceversa, cuando el organismo está ahíto, avisan a la célula de que hay recursos disponibles para destinar al crecimiento o la reproducción. En esencia, el lisosoma actúa como un interruptor principal para que la célula alterne entre la degradación o la acumulación de moléculas (catabolismo y anabolismo), explica Andrea Ballabio, genetista del Instituto Telethon de Genética y Medicina, en Italia, que estudia la función de los lisosomas en la salud. Dada su capacidad para controlar el metabolismo de los lípidos, Eyleen O'Rourke, bióloga de la Universidad de Virginia, augura que los lisosomas podrían servir como diana para el tratamiento de ciertas metabolopatías, entre ellas la obesidad.
Esa nueva visión del lisosoma trasciende el ámbito del metabolismo, pues parece también involucrado en la esperanza de vida y la longevidad. Algunos estudios han demostrado que cuando el orgánulo no funciona correctamente, el organismo no vive tanto, tal vez debido a la acumulación de los desechos celulares y de otros residuos. Hay quien comienza a creer que el lisosoma podría ser el culpable de algunas enfermedades neurodegenerativas, a tenor de los estudios de algunos investigadores de la Universidad de Nueva York, que achacan el avance del alzhéimer a un defecto en un gen lisosómico. Si algo dejan en claro todos estos estudios es que el lisosoma ha dejado de ser un elemento sin porvenir. Más bien podría erigirse en el camino para avanzar hacia una nueva generación de medicamentos providenciales.
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https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/los-lisosomas-son-mas-que-recogedores-de-basura/
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caso clínico.3
HIPERTENSIÓN SECUNDARIA A PARANGANGLIOMA SECRETOR DE CATECOLAMINAS.
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Introducción Los paragangliomas
Son tumores que proceden del sistema paraganglionico extra adrenal. El sistema paraganglionico está constituido por la médula adrenal y una serie de paraganglios extraadrenales de distribución difusa. Pueden presentar diversas localizaciones; la OMS denomina feocromocitomas a los tumores endocrinos localizados en la médula adrenal y paragangliomas a los que tienen una localización extraadrenal. Dentro del grupo de los Pg extraadrenales hay dos tipos: Pg simpáticos y parasimpáticos. Los Pg simpáticos se localizan en la región axial del tronco a lo largo de las cadenas simpáticas prevertebrales y paravertebrales y en el tejido conjuntivo de las vísceras intrapélvicas, fundamentalmente en el abdomen, y ocasionalmente son funcionantes, produciendo noradrenalina. Los Pg parasimpáticos se localizan casi exclusivamente en cabeza y cuello y suelen ser no funcionantes. El 97% de los paragangliomas son tumores benignos, frente a tan sólo un 3% que pueden llegar a malignizarse. Muchos son asintomáticos y se presentan únicamente como una masa indolora.
2. Exposición del caso
2.1. Anamnesis
Motivo de consulta: hipertensión y palpitaciones.
Cronopatograma se trata de paciente masculino de 55 años de edad, con spp de hipertensión, diabético tipo 2 y dislipémia en tratamiento, con los siguiente fármacos: Metformina, Insulina Levemir®, Karvezide®, Rasilez®, Adiro®, Simvastatina, Omeprazol y Ameride®. Ademas exfumador desde hace 3 años de 2 paquetes diarios. No presenta enfermedades cardiopulmonares conocidas. Es portador del gen NEM-1 (Neoplasia Endocrina Múltiple Tipo 1), y tiene un hermano afecto en seguimiento por el Servicio de Endocrinología.
2.2. Exploración física
A su llegada al hospital, presenta una tensión arterial de 194/98 mm de Hg, y una frecuencia cardiaca de123 latidos por minuto. Su temperatura es de 36,5 ºC, con una saturación basal de oxígeno del 100%. Se encuentra consciente y orientado en las 3 esferas. La auscultación cardíaca es rítmica y sin soplos, con carótidas rítmi
cas y simétricas y sin adenopatías. En la auscultación pulmonar no se escuchan ruidos sobreañadidos. El abdomen es globuloso, blando, depresible, no doloroso a la palpación, con ruidos hidroaéreos positivos. En miembros inferiores no presenta edemas, ni signos de trombosis venosa profunda. Refi ere constantes molestias en hipocondrio derecho de más de seis meses de evolución y comenta episodios de palpitaciones sin dolor torácico, ni sensación disneica, ni cefalea, ni visión doble o borrosa. Se realiza una exploración neurológica, sin hallazgos a destacar. El paciente niega disminución de la diuresis. Relata que hace una semana acudió a la urgencia de otro hospital por una crisis hipertensiva acompañada de cefalea, que fue tratada añadiendo Ameride®, a su tratamiento antihipertensivo habitual. En el momento del ingreso, en esta ocasión se pautó Capotén®, consiguiéndose disminuir la tensión arterial.
2.3. A la vista de la historia clínica, ¿qué diagnóstico diferencial plantearía? Según su historia clínica y la primera exploración física, nos encontramos ante un paciente hipertenso en tratamiento que ha sufrido varias crisis hipertensivas en los últimos días cuyo origen habría que establecer mediante un diagnóstico diferencial:
• Desajuste o falta de cumplimiento de su pauta farmacológica.
• Ingesta de fármacos o drogas que pudieran elevarla. Ej: glucocorticoides, fármacos con actividad adrenérgica (fenilefrina, oximetazolina), ciclosporina, eritropoyetina, antiinfl amatorios no esteroideos, etc.
• Enfermedad cardíaca.
• Patología endocrina. Ej: feocromocitoma, paraganglioma, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, hiperaldosteronismo, etc.
• Patología renal. Ej: lesiones parenquimatosas (glomerulonefritis, síndrome Liddle, etc), fallo renal crónico, enfermedad reno-vascular (displasia fi bromuscular), etc.
2.4. Exploraciones complementaria
• Ecografía renal: mostró una litiasis renal bilateral.
• RX Tórax: sin alteraciones a destacar.
• Electrocardiograma: normal.
• TAC de abdomen, tórax y pelvis: destaca la presencia en la glándula suprarrenal derecha de un nódulo de 17mm, y en la izquierda de dos nódulos de 14 y 24 mm, en ambos casos compatibles con adenomas. En el retroperitoneo superior derecho en posición adyacente al margen anterior del riñón y al surco duodenopancreático posterior, se objetiva una masa sólida heterogénea, cuya localización anatómica, puede corresponder a un paraganglioma o gastrinoma carcinoide.
• Exploración fondo de ojo: se descartó edema de papila.
• Laboratorios:
Bioquímica: glucosa 249 mg/dL (70-110), creatinina 3.04 mg/dL (0.6-1.3), urea 94 mg/dL (15-45), calcio 9.5 mg/dL (8.7-10.3), proteínas totales 7.5 g/dL (6.4-8.3), bilirrubina total 0.44 mg/dL (0.2-1.2), GOT 11 U/L (4-50), GPT 10 U/L (5-40), sodio 135 mM/L (135-145), potasio 3.8 mM/L (3.5-5.0), cloro 110 mM/L (98-110).- - -
Hemograma: sin alteraciones a destacar. Orina: proteínas de 30 mg/dL; resto normal. Sedimento de orina con presencia de 3 a 5 leucocitos por campo, y cilindros hialinos y granulosos.
Otras determinaciones: TSH 1.27 μU/mL (0.35-4.95), T4 libre 1.14 ng/dL (0.71.48), T3 libre 2.31 pg/mL (1.71-4.53), hemoglobina glicosilada 10.20 % (4-6), cromogranina A 81 U/L (2-18), PTH 56.8 pg/mL (12-65), calcitonina 2.56 pg/mL (0-7.4), 25-hidroxivitamina D 33.6 ng/mL (19.1-57.6), 1,25-dihidroxivitamina D 41.9 pg/mL (19-48), aldosterona basal 9.3 ng/100mL (3-35.5 en ortostatismo), actividad renina plasmática <1 ng/mL/hora (1.9-6 en ortostatismo), GH basal <0.05 ng/mL (0.05-6), somatomedina C 175 ng/mL (87-238), cortisol basal 22.6 ng/mL (5-25), adrenalina excretada en orina de 24 horas 12.84 ng (4-25), noradrenalina excretada en orina de 24 horas 825.03 ng (25-125), dopamina excretada en orina de 24 horas 434.81 ng (190-490) y metanefrinas excretadas en orina de 24 horas 224 pg (50-825). 2.5.
Informe de laboratorio
Nos encontramos con un paciente con crisis hipertensivas, con una función renal alterada que posteriormente se normaliza, acompañada de una diabetes mellitus tipo 2 mal controlada. De los resultados analíticos cabe destacar, un incremento de la excreción urinaria de noradrenalina y de cromogranina A en plasma. Estos resultados, junto con el informe del TAC abdominal, confi rmaron la sospecha de un paraganglioma (Pg).
2.6. Diagnóstico definitivo
Paciente portador del gen NEM-1, con paraganglioma retroperitoneal secretor de noradrenalina, que le ocasiona hipertensión arterial, acompañada de fracaso renal agudo en el contexto de la misma.
2.7. Evolución
Tras el diagnóstico defi nitivo de paraganglioma secretor de noradrenalina, se lleva a cabo la resección quirúrgica del mismo, normalizándose la tensión arterial a las 48 horas de la intervención. La excreción urinaria de catecolaminas resultó ser normal dos semanas más tarde, pero los valores de cromogranina A se mantuvieron elevados.
3. Discusión: revisión actual del tema
La hipertensión arterial es un síndrome que aparece como un aumento de la presión arterial y que en la actualidad es considerado como uno de los factores de riesgo cardiovascular. En la mayoría de los casos se trata de una hipertensión esencial o primaria en la que no se conoce el factor desencadenante; no obstante, existe un pequeño porcentaje de casos en que la elevación de la tensión arterial se produce de forma secundaria a otros procesos. Las causas secundarias de la hipertensión pueden clasifi carse en renales y endocrinas. Existen numerosas causas endocrinas Laboratorio y enfermedad.
CASOS CLÍNICOS en las que la hipertensión es la manifestación clínica inicial. En estos casos, es de vital importancia realizar pruebas que nos permitan conocer su etiología. Dentro de las causas de hipertensión endocrina están incluidos algunos tipos de Pg que son tumores poco frecuentes, que pueden presentarse como casos esporádicos o familiares, y que pueden ser también múltiples o sincrónicos. El Pg familiar es un trastorno autosómico dominante caracterizado por paragangliomas localizados con mayor frecuencia en cabeza y cuello pero también en tórax, abdomen, pelvis y vejiga. La mayoría de los Pg familiares están asociados a mutaciones de las subunidades de los genes (SDHB, SDHC, SDHD) de la succinato deshidrogenasa (SDH). Se han descrito Pg asociados a determinados síndromes como las neoplasias endocrinas múltiples (MEN) IIa (asociado a carcinoma medular de tiroides e hiperparatiroidismo) y IIb (asociado a carcinoma medular de tiroides, neuromas mucosos y hábito marfanoide), neurofi bromatosis tipo 1 (NF tipo 1) y enfermedad de Von HippelLindau (VHL). Los Pg, cuando son funcionantes, presentan una clínica característica, siendo la manifestación más frecuente la hipertensión arterial sostenida o paroxística, que en ocasiones se acompaña de palpitaciones, diaforesis o cefaleas. En este paciente, en primer lugar, se comprobó que la medicación que se le había pautado era la correcta, con el fi n de descartar un desajuste de su tratamiento antihipertensivo. Posteriormente se descartó la neoplasia neuroendocrina múltiple NEM 1, ya que el paciente es portador del gen del NEM-1 que predispone al desarrollo de neoplasias de distinta localización, como son glándulas paratiroides y tiroides, páncreas (insulinomas y gastrinomas), hipófi sis, glándulas suprarrenales (feocromocitoma), mediante pruebas de diagnóstico bioquímicas y de imagen. En el TAC, entre otros hallazgos, se objetiva una masa sólida cuya localización sugiere un paragangllioma o un gastrinoma carcinoide. El resultado del TAC junto con una norepinefrina en orina claramente patológica y una cromogranina A aumentada, evidenció la etiología de las crisis hipertensivas, permitiendo su resolución mediante una intervención quirúrgica.
4. Bibliografía
Lenders JWM, Pacak K, Walther MM, y col. Biochemical diagnosis of pheocromocytoma. Which test is best? JAMA . 2002 ; 287 ( 11 ) : 1427 -34. Marini F, Falchetti A, Del Monte F, Carbonell Sala S., Gozzini A, Luzi E and Brandi ML. Multiple endocrine neoplasia type 1. Orphanet Journal of Rare Diseases 2006, 1:38 doi:10.1186/1750-1172-1-38 MD Consult: Kronenberg: Williams Textbook of Endocrinology. Disponible en: http:// www.mdconsult.com [Consulta: 14-12-2010]. Piecha G, Chudek J, Wiecek A. Multiple endocrine neoplasia type 1. European Journal of Internal Medicine 2008;19:99-103. Tischler, Arthur S. Pheochromocytoma and Paraganglioma. Arch Pathol Lab Med 2008;132:1272-84 Uptodate. Disponible en: http://www.uptodate.com [Consulta: 13-12-2010]. Uptodate. Disponible en: http://www.uptodate.com [Consulta: 11-04-2011].
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Introducción Los paragangliomas
Son tumores que proceden del sistema paraganglionico extra adrenal. El sistema paraganglionico está constituido por la médula adrenal y una serie de paraganglios extraadrenales de distribución difusa. Pueden presentar diversas localizaciones; la OMS denomina feocromocitomas a los tumores endocrinos localizados en la médula adrenal y paragangliomas a los que tienen una localización extraadrenal. Dentro del grupo de los Pg extraadrenales hay dos tipos: Pg simpáticos y parasimpáticos. Los Pg simpáticos se localizan en la región axial del tronco a lo largo de las cadenas simpáticas prevertebrales y paravertebrales y en el tejido conjuntivo de las vísceras intrapélvicas, fundamentalmente en el abdomen, y ocasionalmente son funcionantes, produciendo noradrenalina. Los Pg parasimpáticos se localizan casi exclusivamente en cabeza y cuello y suelen ser no funcionantes. El 97% de los paragangliomas son tumores benignos, frente a tan sólo un 3% que pueden llegar a malignizarse. Muchos son asintomáticos y se presentan únicamente como una masa indolora.
2. Exposición del caso
2.1. Anamnesis
Motivo de consulta: hipertensión y palpitaciones.
Cronopatograma se trata de paciente masculino de 55 años de edad, con spp de hipertensión, diabético tipo 2 y dislipémia en tratamiento, con los siguiente fármacos: Metformina, Insulina Levemir®, Karvezide®, Rasilez®, Adiro®, Simvastatina, Omeprazol y Ameride®. Ademas exfumador desde hace 3 años de 2 paquetes diarios. No presenta enfermedades cardiopulmonares conocidas. Es portador del gen NEM-1 (Neoplasia Endocrina Múltiple Tipo 1), y tiene un hermano afecto en seguimiento por el Servicio de Endocrinología.
2.2. Exploración física
A su llegada al hospital, presenta una tensión arterial de 194/98 mm de Hg, y una frecuencia cardiaca de123 latidos por minuto. Su temperatura es de 36,5 ºC, con una saturación basal de oxígeno del 100%. Se encuentra consciente y orientado en las 3 esferas. La auscultación cardíaca es rítmica y sin soplos, con carótidas rítmi
cas y simétricas y sin adenopatías. En la auscultación pulmonar no se escuchan ruidos sobreañadidos. El abdomen es globuloso, blando, depresible, no doloroso a la palpación, con ruidos hidroaéreos positivos. En miembros inferiores no presenta edemas, ni signos de trombosis venosa profunda. Refi ere constantes molestias en hipocondrio derecho de más de seis meses de evolución y comenta episodios de palpitaciones sin dolor torácico, ni sensación disneica, ni cefalea, ni visión doble o borrosa. Se realiza una exploración neurológica, sin hallazgos a destacar. El paciente niega disminución de la diuresis. Relata que hace una semana acudió a la urgencia de otro hospital por una crisis hipertensiva acompañada de cefalea, que fue tratada añadiendo Ameride®, a su tratamiento antihipertensivo habitual. En el momento del ingreso, en esta ocasión se pautó Capotén®, consiguiéndose disminuir la tensión arterial.
2.3. A la vista de la historia clínica, ¿qué diagnóstico diferencial plantearía? Según su historia clínica y la primera exploración física, nos encontramos ante un paciente hipertenso en tratamiento que ha sufrido varias crisis hipertensivas en los últimos días cuyo origen habría que establecer mediante un diagnóstico diferencial:
• Desajuste o falta de cumplimiento de su pauta farmacológica.
• Ingesta de fármacos o drogas que pudieran elevarla. Ej: glucocorticoides, fármacos con actividad adrenérgica (fenilefrina, oximetazolina), ciclosporina, eritropoyetina, antiinfl amatorios no esteroideos, etc.
• Enfermedad cardíaca.
• Patología endocrina. Ej: feocromocitoma, paraganglioma, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, hiperaldosteronismo, etc.
• Patología renal. Ej: lesiones parenquimatosas (glomerulonefritis, síndrome Liddle, etc), fallo renal crónico, enfermedad reno-vascular (displasia fi bromuscular), etc.
2.4. Exploraciones complementaria
• Ecografía renal: mostró una litiasis renal bilateral.
• RX Tórax: sin alteraciones a destacar.
• Electrocardiograma: normal.
• TAC de abdomen, tórax y pelvis: destaca la presencia en la glándula suprarrenal derecha de un nódulo de 17mm, y en la izquierda de dos nódulos de 14 y 24 mm, en ambos casos compatibles con adenomas. En el retroperitoneo superior derecho en posición adyacente al margen anterior del riñón y al surco duodenopancreático posterior, se objetiva una masa sólida heterogénea, cuya localización anatómica, puede corresponder a un paraganglioma o gastrinoma carcinoide.
• Exploración fondo de ojo: se descartó edema de papila.
• Laboratorios:
Bioquímica: glucosa 249 mg/dL (70-110), creatinina 3.04 mg/dL (0.6-1.3), urea 94 mg/dL (15-45), calcio 9.5 mg/dL (8.7-10.3), proteínas totales 7.5 g/dL (6.4-8.3), bilirrubina total 0.44 mg/dL (0.2-1.2), GOT 11 U/L (4-50), GPT 10 U/L (5-40), sodio 135 mM/L (135-145), potasio 3.8 mM/L (3.5-5.0), cloro 110 mM/L (98-110).- - -
Hemograma: sin alteraciones a destacar. Orina: proteínas de 30 mg/dL; resto normal. Sedimento de orina con presencia de 3 a 5 leucocitos por campo, y cilindros hialinos y granulosos.
Otras determinaciones: TSH 1.27 μU/mL (0.35-4.95), T4 libre 1.14 ng/dL (0.71.48), T3 libre 2.31 pg/mL (1.71-4.53), hemoglobina glicosilada 10.20 % (4-6), cromogranina A 81 U/L (2-18), PTH 56.8 pg/mL (12-65), calcitonina 2.56 pg/mL (0-7.4), 25-hidroxivitamina D 33.6 ng/mL (19.1-57.6), 1,25-dihidroxivitamina D 41.9 pg/mL (19-48), aldosterona basal 9.3 ng/100mL (3-35.5 en ortostatismo), actividad renina plasmática <1 ng/mL/hora (1.9-6 en ortostatismo), GH basal <0.05 ng/mL (0.05-6), somatomedina C 175 ng/mL (87-238), cortisol basal 22.6 ng/mL (5-25), adrenalina excretada en orina de 24 horas 12.84 ng (4-25), noradrenalina excretada en orina de 24 horas 825.03 ng (25-125), dopamina excretada en orina de 24 horas 434.81 ng (190-490) y metanefrinas excretadas en orina de 24 horas 224 pg (50-825). 2.5.
Informe de laboratorio
Nos encontramos con un paciente con crisis hipertensivas, con una función renal alterada que posteriormente se normaliza, acompañada de una diabetes mellitus tipo 2 mal controlada. De los resultados analíticos cabe destacar, un incremento de la excreción urinaria de noradrenalina y de cromogranina A en plasma. Estos resultados, junto con el informe del TAC abdominal, confi rmaron la sospecha de un paraganglioma (Pg).
2.6. Diagnóstico definitivo
Paciente portador del gen NEM-1, con paraganglioma retroperitoneal secretor de noradrenalina, que le ocasiona hipertensión arterial, acompañada de fracaso renal agudo en el contexto de la misma.
2.7. Evolución
Tras el diagnóstico defi nitivo de paraganglioma secretor de noradrenalina, se lleva a cabo la resección quirúrgica del mismo, normalizándose la tensión arterial a las 48 horas de la intervención. La excreción urinaria de catecolaminas resultó ser normal dos semanas más tarde, pero los valores de cromogranina A se mantuvieron elevados.
3. Discusión: revisión actual del tema
La hipertensión arterial es un síndrome que aparece como un aumento de la presión arterial y que en la actualidad es considerado como uno de los factores de riesgo cardiovascular. En la mayoría de los casos se trata de una hipertensión esencial o primaria en la que no se conoce el factor desencadenante; no obstante, existe un pequeño porcentaje de casos en que la elevación de la tensión arterial se produce de forma secundaria a otros procesos. Las causas secundarias de la hipertensión pueden clasifi carse en renales y endocrinas. Existen numerosas causas endocrinas Laboratorio y enfermedad.
CASOS CLÍNICOS en las que la hipertensión es la manifestación clínica inicial. En estos casos, es de vital importancia realizar pruebas que nos permitan conocer su etiología. Dentro de las causas de hipertensión endocrina están incluidos algunos tipos de Pg que son tumores poco frecuentes, que pueden presentarse como casos esporádicos o familiares, y que pueden ser también múltiples o sincrónicos. El Pg familiar es un trastorno autosómico dominante caracterizado por paragangliomas localizados con mayor frecuencia en cabeza y cuello pero también en tórax, abdomen, pelvis y vejiga. La mayoría de los Pg familiares están asociados a mutaciones de las subunidades de los genes (SDHB, SDHC, SDHD) de la succinato deshidrogenasa (SDH). Se han descrito Pg asociados a determinados síndromes como las neoplasias endocrinas múltiples (MEN) IIa (asociado a carcinoma medular de tiroides e hiperparatiroidismo) y IIb (asociado a carcinoma medular de tiroides, neuromas mucosos y hábito marfanoide), neurofi bromatosis tipo 1 (NF tipo 1) y enfermedad de Von HippelLindau (VHL). Los Pg, cuando son funcionantes, presentan una clínica característica, siendo la manifestación más frecuente la hipertensión arterial sostenida o paroxística, que en ocasiones se acompaña de palpitaciones, diaforesis o cefaleas. En este paciente, en primer lugar, se comprobó que la medicación que se le había pautado era la correcta, con el fi n de descartar un desajuste de su tratamiento antihipertensivo. Posteriormente se descartó la neoplasia neuroendocrina múltiple NEM 1, ya que el paciente es portador del gen del NEM-1 que predispone al desarrollo de neoplasias de distinta localización, como son glándulas paratiroides y tiroides, páncreas (insulinomas y gastrinomas), hipófi sis, glándulas suprarrenales (feocromocitoma), mediante pruebas de diagnóstico bioquímicas y de imagen. En el TAC, entre otros hallazgos, se objetiva una masa sólida cuya localización sugiere un paragangllioma o un gastrinoma carcinoide. El resultado del TAC junto con una norepinefrina en orina claramente patológica y una cromogranina A aumentada, evidenció la etiología de las crisis hipertensivas, permitiendo su resolución mediante una intervención quirúrgica.
4. Bibliografía
Lenders JWM, Pacak K, Walther MM, y col. Biochemical diagnosis of pheocromocytoma. Which test is best? JAMA . 2002 ; 287 ( 11 ) : 1427 -34. Marini F, Falchetti A, Del Monte F, Carbonell Sala S., Gozzini A, Luzi E and Brandi ML. Multiple endocrine neoplasia type 1. Orphanet Journal of Rare Diseases 2006, 1:38 doi:10.1186/1750-1172-1-38 MD Consult: Kronenberg: Williams Textbook of Endocrinology. Disponible en: http:// www.mdconsult.com [Consulta: 14-12-2010]. Piecha G, Chudek J, Wiecek A. Multiple endocrine neoplasia type 1. European Journal of Internal Medicine 2008;19:99-103. Tischler, Arthur S. Pheochromocytoma and Paraganglioma. Arch Pathol Lab Med 2008;132:1272-84 Uptodate. Disponible en: http://www.uptodate.com [Consulta: 13-12-2010]. Uptodate. Disponible en: http://www.uptodate.com [Consulta: 11-04-2011].
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Caso clínico 2
Cronopatograma:
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Se trata de paciente masculino de 63 años con app de hipertensión arterial esencial, dislipemia e hiperuricemia, todas de larga evolución. Tiene intolerancia a la aspirina y su tratamiento habitual desde hace años consiste en simvastatina, enalapril, alopurinol, furosemida e hidroxicina. Acude a urgencias por presentar, desde hace 15 días, astenia intensa, debilidad extrema y edemas en miembros inferiores (MMII), así como edema facial. Sus constantes vitales son las siguientes: tensión arterial (TA) 90/60, frecuencia cardíaca (FC) 100 latidos por minuto (lpm), frecuencia respiratoria (FR) 14 respiraciones por minuto (rpm), temperatura 36 ºC. A la exploración física llama la atención una facies pletórica, redondeada, con exoftalmos moderado y edema palpebral bilateral (Figura 1). También se observa una marcada obesidad de predominio troncular. Además se objetivan edemas con fóvea en MMII hasta mitad inferior de muslos, y en ambas ingles, lesiones eritematodescamativas liquenificadas con abundantes excoriaciones por rascado. El resto de la exploración física de cabeza y cuello, tórax, abdomen y sistema nervioso es normal. Se realiza una analítica de sangre en la que se obtienen los siguientes resultados: 9.100 leucocitos/mm3 (8.010 neutrófilos/mm3, 690 linfocitos/ mm3), el resto del hemograma y la coagulación son normales.

En la bioquímica se objetiva una glucosa de 514 mg/dl, un sodio de 120 mmol/L y un potasio 4,2 mmol/L, siendo el resto de los parámetros normales. También se realizan determinaciones de vitamina B12, folato eritrocitario, metabolismo del hierro, inmunoglobulinas (IgG, IgA e IgM) y beta-2-microglobulina, proteinograma e inmunoelectroforesis sérica, todas con resultado normal, así como determinaciones de Factor Reumatoide, ANA, anti-Ro, anti-SSb y serologías para VIH, VHC y VHB que resultan negativas. En el estudio endocrinológico se observan los siguientes datos: cortisol basal 7,0 µg/dl (7-21), ACTH 17 pg/ml (10-55), SDHEA < 15 µg/dl (99-300), cortisol libre urinario 61 mcg/24 h
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Se trata de paciente masculino de 63 años con app de hipertensión arterial esencial, dislipemia e hiperuricemia, todas de larga evolución. Tiene intolerancia a la aspirina y su tratamiento habitual desde hace años consiste en simvastatina, enalapril, alopurinol, furosemida e hidroxicina. Acude a urgencias por presentar, desde hace 15 días, astenia intensa, debilidad extrema y edemas en miembros inferiores (MMII), así como edema facial. Sus constantes vitales son las siguientes: tensión arterial (TA) 90/60, frecuencia cardíaca (FC) 100 latidos por minuto (lpm), frecuencia respiratoria (FR) 14 respiraciones por minuto (rpm), temperatura 36 ºC. A la exploración física llama la atención una facies pletórica, redondeada, con exoftalmos moderado y edema palpebral bilateral (Figura 1). También se observa una marcada obesidad de predominio troncular. Además se objetivan edemas con fóvea en MMII hasta mitad inferior de muslos, y en ambas ingles, lesiones eritematodescamativas liquenificadas con abundantes excoriaciones por rascado. El resto de la exploración física de cabeza y cuello, tórax, abdomen y sistema nervioso es normal. Se realiza una analítica de sangre en la que se obtienen los siguientes resultados: 9.100 leucocitos/mm3 (8.010 neutrófilos/mm3, 690 linfocitos/ mm3), el resto del hemograma y la coagulación son normales.
En la bioquímica se objetiva una glucosa de 514 mg/dl, un sodio de 120 mmol/L y un potasio 4,2 mmol/L, siendo el resto de los parámetros normales. También se realizan determinaciones de vitamina B12, folato eritrocitario, metabolismo del hierro, inmunoglobulinas (IgG, IgA e IgM) y beta-2-microglobulina, proteinograma e inmunoelectroforesis sérica, todas con resultado normal, así como determinaciones de Factor Reumatoide, ANA, anti-Ro, anti-SSb y serologías para VIH, VHC y VHB que resultan negativas. En el estudio endocrinológico se observan los siguientes datos: cortisol basal 7,0 µg/dl (7-21), ACTH 17 pg/ml (10-55), SDHEA < 15 µg/dl (99-300), cortisol libre urinario 61 mcg/24 h
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